Redacción/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 29 de mayo de 2025. — Cuando el árbitro guarda silencio y el gobierno reparte los apuntes, la democracia se convierte en una puesta en escena… y el público, en espectador forzado. A solo días de la elección extraordinaria para integrar el nuevo poder judicial en Tlaxcala, la administración de Lorena Cuéllar Cisneros enfrenta serias acusaciones por presunta manipulación electoral, a través de lo que ya se conoce como la operación de los “acordeones del bienestar”.
Según múltiples denuncias ciudadanas y testimonios recopilados en municipios gobernados por Morena, personal del Gobierno del Estado estaría distribuyendo materiales impresos con instrucciones específicas de voto, señalando nombres de candidatos afines a la 4T local —entre ellos, el hermano de la fiscal estatal, un exchofer y hasta un excuñado de la propia gobernadora.
Los “acordeones” incluyen listas detalladas con nombres, cargos y casillas sugeridas, bajo el disfraz de “orientación ciudadana”, pero con una clara intención de dirigir el voto y garantizar la continuidad del control político sobre el nuevo órgano judicial.
De acuerdo con las denuncias, los documentos han sido entregados en oficinas públicas, centros de salud, reuniones vecinales e incluso por WhatsApp, utilizando la estructura gubernamental como vehículo proselitista, en abierta violación a los principios de imparcialidad, equidad y uso responsable de recursos públicos.
El Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), presionado por la evidencia circulante, ha aclarado que un ciudadano sí puede llevar un acordeón para uso personal, pero que está prohibida la elaboración, distribución y promoción de estos materiales por terceros con fines electorales. Es decir, lo que se estaría cometiendo en Tlaxcala no es una anécdota, sino una posible falta grave.
Mientras tanto, ni la gobernadora Lorena Cuéllar ni el ITE han ofrecido una postura oficial, a pesar de que los “acordeones” ya circulan de manera pública en redes sociales y chats comunitarios. Organizaciones civiles como Tlaxcala Decide y Observatorio Ciudadano han exigido una investigación inmediata y sanciones ejemplares si se comprueba el uso del aparato gubernamental con fines electorales.
Porque si en Tlaxcala la democracia necesita guión, entonces ya no hablamos de elecciones, sino de teatro con recursos del pueblo.