Redacción/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 13 de mayo. La reciente decisión de la Sala Penal y Especializada en Administración de Justicia para Adolescentes de revocar la sentencia absolutoria de Edson N., acusado del homicidio del exdiputado panista Omar Milton N., ha generado un debate sobre la imparcialidad y la correcta aplicación de la justicia en Tlaxcala.
De acuerdo a medios locales de comunicación, el fallo, emitido por la presidenta de la Sala Penal, Marisol Barba Pérez, y los magistrados Mary Cruz Cortés Ornelas y Pedro Sánchez Ortega, deja sin efectos la resolución absolutoria dictada en septiembre de 2024 por el Tribunal de Enjuiciamiento del Juzgado de Control y de Juicio Oral del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer. La argumentación central para anular el fallo se centró en la presunta violación de los principios de continuidad, concentración e inmediación en las audiencias, ya que algunas fueron suspendidas por más de un mes.
Este hecho representa un giro en un caso polémico que data de diciembre de 2021, cuando el cuerpo de Omar Milton fue encontrado en Tizatlán, Tlaxcala. Edson N. fue arrestado el 13 de enero de 2022 y desde entonces permaneció en prisión preventiva hasta ser absuelto el pasado septiembre, cuando el tribunal consideró que no existían pruebas suficientes para imponerle una condena.
Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), encabezada por Ernestina Carro Roldán, había anunciado la presentación de un recurso de apelación a finales de octubre de 2024, argumentando contar con elementos suficientes para impugnar la decisión absolutoria. La fiscalía basó su acusación en testimonios, peritajes y actos de investigación que, según la dependencia, demostraban la responsabilidad de Edson N.
¿Justicia tardía o presión institucional?
La reposición del proceso plantea cuestionamientos sobre el sistema de justicia penal en el estado. Por un lado, las autoridades judiciales justifican la revocación señalando irregularidades procesales que afectarían la legitimidad del fallo absolutorio. Por otro lado, la defensa de Edson N. sostiene que se trata de una respuesta ante la presión institucional de la FGJE, que desde un inicio aseguró contar con pruebas contundentes para inculpar al acusado.
El hecho de que el nuevo juicio sea llevado a cabo por un tribunal distinto al que absolvió previamente al imputado genera dudas sobre la posible pérdida de independencia judicial y el riesgo de revictimización de una persona que, según el fallo original, no había demostrado participación en el crimen.
El caso de Edson N. pone en la mesa una reflexión urgente sobre el equilibrio entre el derecho a una defensa justa y el clamor social por justicia en crímenes de alto impacto.