Jonathan Olvera/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 6 de julio de 2025.
La clausura del centro nocturno “Monique” no fue una iniciativa espontánea del gobierno estatal o municipal: fue producto de la presión ejercida por ciudadanos indignados y una campaña en redes sociales que puso en evidencia las irregularidades del lugar y la omisión de las autoridades durante meses.
Este sábado por la noche, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y Protección Civil estatal, con el acompañamiento de la Policía Municipal de Tlaxcala, colocaron los sellos de clausura en el antro “Monique”, tras un operativo que aparenta más una reacción tardía que un acto de prevención.
La medida llega después de múltiples denuncias por inseguridad al interior del lugar, agresiones contra menores de edad y presuntas violaciones a normativas básicas de protección civil, que durante semanas fueron ignoradas por las autoridades locales. No fue sino hasta que los videos de golpizas y testimonios de víctimas circularon masivamente en redes, que el gobierno municipal encabezado por Alfonso Sánchez García y las instancias estatales decidieron actuar.
Aunque en su comunicado oficial el Ayuntamiento intenta presentarse como garante de la seguridad y la legalidad, lo cierto es que esta clausura deja claro que sin presión pública, las instituciones habrían seguido tolerando un espacio que operaba con total impunidad.
El caso “Monique” revela una preocupante doble moral: mientras se presume un compromiso con la legalidad, en la práctica los negocios con “buena espalda” política o económica siguen operando al margen de la ley. ¿Cuántos otros establecimientos en Tlaxcala están funcionando igual? ¿Quién protege a sus dueños?
La ciudadanía ha demostrado que su voz puede más que los pactos de silencio entre empresarios y autoridades. Ahora toca vigilar que esta clausura no sea temporal ni decorativa… y que no vuelva a abrir sus puertas bajo otro nombre y con la misma impunidad.