Jonathan Olvera | La Noticia de Tlaxcala
Panotla, Tlaxcala, 3 de noviembre de 2025.- Con carteles en mano y preocupación evidente en el rostro, pepenadores del relleno sanitario “Tonsil” se manifestaron este lunes a las afueras del sitio para exigir al gobierno estatal y municipal respuestas claras ante su inminente cierre. Afirman que alrededor de 250 familias dependen directamente de la recolección y separación de residuos para sobrevivir, y que hoy se sienten abandonadas y sin alternativas reales.

Los trabajadores reprochan que, pese a las constantes promesas de apoyo institucional, no han recibido programas, empleos ni compensaciones dignas. “Nos dicen que nos van a ayudar, pero nadie ha venido a darnos una solución concreta”, expresaron.

Además, cuestionaron la clausura del lugar, argumentando que el relleno aún tiene capacidad operativa y que la falta de mantenimiento no es culpa de ellos, sino del gobierno. Denunciaron que la maquinaria destinada a compactar y cubrir la basura permanece detenida, generando acumulación de residuos, plagas de cucarachas y focos de insalubridad que afectan tanto a trabajadores como a comunidades vecinas.

El descontento creció luego de que el Gobierno del Estado anunciara oficialmente la clausura de los tiraderos de Panotla y Huamantla, cumpliendo con una orden emitida por la Profepa en junio pasado tras más de 30 años de operación. En el comunicado, las autoridades aseguran que se instalaron mesas interinstitucionales y que se han ofrecido tarjetas de bienestar, empleos formales y apoyos sociales a los pepenadores.

Sin embargo, los manifestantes afirman que esto solo existe en el papel. “No somos basura, somos trabajadores. Queremos soluciones, no discursos”, señalaron.

Con protestas pacíficas, los pepenadores piden diálogo directo con las autoridades antes de que el cierre se concrete totalmente y sus ingresos desaparezcan. Mientras tanto, la incertidumbre sigue creciendo entre quienes viven —literalmente— de lo que otros desechan.
