Redacción/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 5 de junio de 2025.- A pesar de que Tlaxcala se mantiene como el estado con mayor incidencia de enfermedades renales a nivel nacional, especialmente en jóvenes, el gobierno estatal ha dejado de actualizar públicamente los datos del Observatorio de Enfermedades Renales desde agosto de 2023, generando incertidumbre sobre el avance real o el agravamiento de esta crisis sanitaria.
El último informe oficial reportó 1,141 casos entre enero de 2022 y agosto de 2023, de los cuales el 70% correspondía a personas entre 15 y 24 años de edad. Aunque las cifras son alarmantes, desde entonces no se ha transparentado nueva información, lo que impide conocer la evolución del fenómeno o la efectividad de las acciones gubernamentales.
Mientras tanto, Tlaxcala continúa figurando entre los estados con mayor mortalidad por enfermedad renal crónica, con una tasa de 61.2 muertes por cada 100 mil habitantes. Las principales causas siguen vinculadas a infecciones urinarias no atendidas, condiciones hereditarias y exposición a contaminantes en regiones agrícolas e industriales del estado, particularmente en municipios como Huamantla, Tlaxco, Calpulalpan y Tequexquitla.
Frente a esta realidad, el gobierno de Lorena Cuéllar ha limitado su respuesta a acciones dispersas y simbólicas. En noviembre de 2023 se inauguró con bombo y platillo la Unidad de Hemodinamia, con una inversión de 127 millones de pesos. Si bien se trata de un avance en infraestructura especializada para enfermedades cardiovasculares, su impacto sobre la crisis renal juvenil es prácticamente nulo.
Además, aunque se han realizado 5,700 exámenes clínicos en estudiantes de nivel medio superior a través del SEDIF en 2024, no se han publicado análisis detallados, resultados acumulados ni una estrategia integral con alcance estatal. La falta de información pública actualizada por parte del Observatorio evidencia una preocupante opacidad institucional, justo cuando el problema requiere diagnóstico abierto y soluciones urgentes.
Tlaxcala no solo encabeza un ranking nacional en un tema de salud alarmante; también comienza a destacar por la falta de transparencia y voluntad política para enfrentar de fondo una epidemia silenciosa que amenaza a sus generaciones más jóvenes.
La crisis está lejos de resolverse, y mientras los números se ocultan, las vidas se pierden sin una estrategia clara ni rendición de cuentas.