Jonathan Olvera | La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, México, 8 de septiembre de 2025.– Mientras la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros prometía transparencia y combate a la corrupción bajo la bandera de la Cuarta Transformación, su administración parece haber convertido el poder público en un feudo familiar. Según denuncias del influencer El Chapucero y viralizado por la periodista Sanjuana Martínez, más de mil millones de pesos del presupuesto estatal en 2025 estarían controlados por familiares directos de la gobernadora.
Cargos “honoríficos” estratégicos han sido ocupados por sus hijas Mariana y María Fernanda Espinosa Cuéllar, con presupuestos millonarios de 519.9 y 571.7 millones de pesos, respectivamente. A ellos se suman su ahijado como secretario de Gobierno y su cuñado al frente de Turismo, además de otros allegados, incluyendo exesposos, primos y sobrinos, todos beneficiados con sueldos y recursos públicos.
Estas asignaciones concentran dinero y poder en un círculo familiar, mientras Tlaxcala enfrenta pobreza, inseguridad y carencias graves. Los hechos muestran un abandono de los principios de austeridad y ética que prometió la gobernadora y una flagrante contradicción con los ideales de la 4T.
El escándalo también incluye contratos millonarios reservados hasta 2030 y la adquisición de camionetas blindadas de lujo por 56 millones de pesos, adjudicadas a empresas polémicas, evidenciando despilfarro y opacidad.
Analistas y ciudadanos coinciden: Tlaxcala vive un desgobierno familiarizado con la corrupción, donde la impunidad y el nepotismo se han institucionalizado. La denuncia, respaldada por la información de medios como Mundo Político, exige una investigación federal urgente para restituir la transparencia y garantizar que los recursos públicos no sigan siendo un botín familiar.
Mientras las redes sociales estallan con indignación, el mensaje es claro: Tlaxcala necesita un gobierno, no un clan familiar que saquea el erario en nombre de la “transformación”.
