Jonathan Olvera/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 17 de junio.— Mientras las lluvias continúan azotando la capital del estado, las calles de Tlaxcala muestran su deterioro a plena vista. Baches, encharcamientos, hundimientos y arrastre de lodo son ya parte del paisaje urbano cotidiano, sin que las autoridades municipales o estatales den señales de reacción efectiva.
En esquinas transitadas como Galeana y De la Cruz, los automovilistas y peatones sortean a diario zanjas, hoyos y residuos que han sido arrastrados por los temporales. En algunas zonas, los hundimientos han empezado a comprometer incluso banquetas y accesos a viviendas, evidenciando no solo la falta de mantenimiento preventivo, sino una respuesta tardía ante contingencias previsibles.
Vecinos de distintas colonias han denunciado públicamente la inacción del ayuntamiento capitalino, al que acusan de no implementar operativos de limpieza ni brigadas de bacheo emergente. “No pedimos lujos, pedimos calles seguras”, reclamó un comerciante de la zona centro, quien ha visto caer más de una moto frente a su local a causa de un bache profundo oculto bajo el agua.
La indignación crece, y con ella la percepción de un gobierno ausente. La ciudadanía exige atención inmediata, y advierte que esperar a que ocurra una tragedia para actuar sería una irresponsabilidad imperdonable.
En una ciudad que presume ser capital, los vecinos cuestionan: ¿quién responde cuando la calle misma se convierte en trampa?
