Huamantla se viste de fe y color: la Basílica de la Caridad, corazón de una devoción que despierta al mundo

Guillermo Veloz/La Noticia de Tlaxcala

Huamantla, Tlax., 21 de junio de 2925.— En el corazón de este Pueblo Mágico se levanta imponente la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad, un templo que no solo es patrimonio arquitectónico y artístico, sino también el epicentro de una de las expresiones de fe más conmovedoras de México: La Noche que Nadie Duerme.

Construida en 1954 sobre un antiguo santuario barroco del siglo XVIII, esta Basílica es mucho más que un edificio religioso: es el alma viva de una comunidad que, cada 14 y 15 de agosto, convierte sus calles en altares de aserrín, flores y luz. En honor a la Virgen de la Caridad, Huamantla se transforma en un lienzo colectivo donde miles de fieles rinden tributo con arte efímero y devoción profunda.

La imagen venerada, una talla de madera de apenas 85 centímetros, es símbolo de identidad y esperanza para generaciones enteras. Vestida con prendas que bordan mujeres huamantlecas con paciencia y amor, la Virgen recorre las calles entre oraciones, fuegos artificiales y cánticos que estremecen el alma.

La Basílica, con sus vitrales dedicados al Santo Rosario y murales que narran la religiosidad del México del siglo XX, no solo guarda historias, también inspira nuevas. En cada tapete, en cada puntada, en cada vela encendida, se palpa la fuerza de una tradición que sigue viva gracias a las manos y corazones de su gente.

Este agosto, Huamantla no solo celebra. Invita. A creer. A sentir. A ser parte de un milagro hecho cultura.

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