Sip. Miriam Martínez Sánchez/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 16 de junio de 2025.- La política no se trata de promesas vacías ni de discursos encendidos en tiempos electorales. Se trata de hechos, de trabajo cotidiano, de construir con responsabilidad el presente que merecen nuestras familias.
Desde el Congreso del Estado de Tlaxcala, he asumido con seriedad y entrega esta responsabilidad.
Lo digo con humildad, pero también con firmeza: no he llegado a improvisar, sino a transformar. Soy una mujer en acción y una mujer de palabra, y lo he demostrado con iniciativas concretas y con programas que tienen rostro, dirección y resultados.
Porque sí: legislar también es escuchar. Y fue escuchando las voces de cientos de madres trabajadoras que promoví la reforma constitucional para reconocer el derecho a la lactancia, impulsando que no solo que se reconozca este derecho en nuestra Carta Magna local, sino que instaláramos el primer lactario dentro del Congreso del Estado. Hoy, ese espacio beneficia a madres trabajadoras y visitantes, dignificando su maternidad y su derecho a alimentar con libertad y respeto.
Pero hablar de derechos es también hablar de justicia social para quienes muchas veces son olvidados. Por eso, propuse reformas a la Ley de Atención a las Personas Adultas Mayores, porque nuestros abuelos y abuelas merecen más que respeto simbólico: merecen atención real, acceso a servicios y políticas públicas con enfoque humano.
Además, creo firmemente que el desarrollo no puede divorciarse de la ciencia. Por ello, impulsé la adición del derecho humano a la ciencia en la Constitución del Estado, un paso crucial para que la investigación, la innovación y el conocimiento sean herramientas de progreso y no privilegios de unos cuantos.
En el terreno legislativo interno, también promoví reformas al Reglamento Interior del Congreso, para hacer del Poder Legislativo un espacio más eficiente, más transparente y más cercano a la gente.
Sé que la seguridad es una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía. Por eso, promoví el exhorto a los 60 ayuntamientos del estado para que actualicen sus presupuestos y leyes locales a fin de que nuestras corporaciones de policía tengan salarios dignos y seguridad social, como mandata la ley. No podemos exigir resultados a quienes arriesgan la vida si ni siquiera les damos certeza laboral.
Esa misma preocupación me llevó a lanzar el programa “Haciendo Ruido por tu Seguridad”, que ya ha beneficiado a más de 300 familias en municipios como Amaxac, Apetatitlán, Totolac, Panotla y Tlaxcala capital, mediante la entrega e instalación de alarmas vecinales y cámaras de videovigilancia. No se trata solo de entregar equipos, sino de crear redes de autocuidado, capacitar a las familias y fortalecer la comunidad desde abajo.
Porque la seguridad no empieza en los cuarteles, sino en la calle y en el hogar. Y no se trata de hacer promesas, sino de hacer comunidad.
También estoy convencida de que necesitamos un Tlaxcala más moderno y ordenado. Por eso, presenté un exhorto para que los ayuntamientos armonicen sus reglamentos en materia de Movilidad, en cumplimiento con la Ley de Movilidad y Seguridad Vial. Solo así podremos tener ciudades más seguras, inclusivas y funcionales.
Mi compromiso es claro: con las mujeres, con los niños, con los adultos mayores, con las familias trabajadoras, con las policías, con los estudiantes, con los emprendedores, con cada tlaxcalteca que quiere vivir mejor.
Desde el PAN, desde nuestros valores de bien común, respeto a la dignidad humana y subsidiariedad, seguiremos construyendo un mejor Tlaxcala. Un estado donde gobernar no sea sinónimo de abusar, sino de servir con resultados. Porque más allá del discurso, lo que importa es el trabajo que deja huella.
Yo seguiré haciendo ruido. Pero ruido por su seguridad. Por su bienestar. Por su futuro.
Porque soy Mujer en Acción. Mujer de Palabra.