Jonathan Olvera | La Noticia de Tlaxcala
Veracruz, Ver., 13 de octubre de 2025.- La crisis por las inundaciones en Veracruz se ha convertido en un grito ciudadano de indignación. Miles de habitantes afectados alzan la voz y exigen la renuncia inmediata de la gobernadora Rocío Nahle, a quien acusan de abandono, incapacidad y soberbia frente a la tragedia que vive el estado.
En municipios como Poza Rica, Tihuatlán y Álamo, las lluvias dejaron un panorama devastador: caminos destruidos, viviendas bajo el agua, familias que lo perdieron todo. En redes sociales, los testimonios son desgarradores: madres clamando ayuda, ancianos rescatados por vecinos y comunidades enteras incomunicadas mientras el gobierno guarda silencio o intenta maquillar la realidad.
Las críticas se multiplican no solo por la falta de respuesta inmediata, sino también por la ausencia de empatía de Nahle, quien ha sido vista en eventos públicos mientras miles de veracruzanos duermen sobre el lodo.
Ante ello, ciudadanos han comenzado a recabar firmas para solicitar su destitución, citando las propias palabras del presidente López Obrador: “El pueblo pone y el pueblo quita.”
Veracruz no pide discursos ni giras de supervisión —pide acción, atención y respeto. La paciencia se acabó, y el descontento social amenaza con convertirse en un movimiento sin precedentes en la historia reciente del estado.
