Explosión de pipa de gas paraliza la México-Puebla: negligencia y caos en una autopista colapsada por accidentes recurrentes

Jonathan Olvera | La Noticia de Tlaxcala

Santa Rita Tlahuapan, 11 de octubre de 2025.- Una terrible explosión de una pipa de gas natural provocó el cierre total de la Autopista México-Puebla este viernes a la altura de Santa Rita Tlahuapan (km 72), dejando un escenario de fuego, humo y pánico entre los automovilistas.

El siniestro, que ocurrió alrededor de las 10:00 horas, fue resultado de un choque múltiple que involucró al menos tres vehículos pesados, según reportes preliminares de la Guardia Nacional (GN) y CAPUFE. Aunque no se reportan fallecidos, dos personas resultaron con lesiones leves y fueron trasladadas a hospitales de la región.

Las imágenes que circulan en redes sociales exhiben el momento exacto del estallido, donde se aprecia la magnitud de la explosión y el pánico de los testigos, quienes corrieron para ponerse a salvo.

Autoridades activaron los protocolos de emergencia, desviando el tráfico hacia la carretera federal México-Puebla, que ya presenta congestión severa. CAPUFE confirmó el cierre parcial y pidió a los conductores tomar precauciones y seguir las actualizaciones oficiales.

Sin embargo, más allá de la emergencia, el hecho vuelve a exponer la fragilidad y el descuido con el que opera una de las autopistas más transitadas del país. En menos de una semana, esta vía ha registrado varios accidentes graves, incluido el ocurrido el pasado 6 de octubre en el km 46, cuando un tractocamión volcado paralizó la circulación por más de seis horas.

La repetición de incidentes pone en entredicho los protocolos de seguridad, mantenimiento y supervisión del transporte de materiales peligrosos, mientras miles de usuarios siguen siendo los principales afectados por la ineficiencia en la gestión vial.

En medio del caos, las autoridades federales y estatales deberán responder no solo con acciones reactivas, sino con una revisión urgente de las condiciones de seguridad en esta autopista estratégica que, una vez más, demuestra que la prevención sigue siendo la gran ausente.

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