Redacción/La Noticia de Tlaxcala
Puerto Vallarta, Jal., 28 de mayo de 2025. – En un operativo discreto pero contundente, autoridades federales detuvieron este martes al conocido productor de cine para adultos Alex Marín, acusado de incurrir en delitos de trata de personas y explotación sexual. La detención ocurrió en un exclusivo complejo turístico de Puerto Vallarta, Jalisco, donde Marín se encontraba acompañado por varias mujeres que, presuntamente, también formarían parte de la red bajo investigación.
El arresto se deriva de una carpeta de investigación abierta desde hace meses por la Fiscalía General de la República (FGR), en coordinación con la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y organismos internacionales, tras múltiples denuncias que apuntaban a una estructura de captación, control y explotación sexual camuflada como productora audiovisual legal.
Aunque Marín había intentado construir una imagen pública de éxito y consensualidad en sus contenidos, testimonios y pruebas recabadas por las autoridades revelan presuntas prácticas de coerción, manipulación emocional y abuso económico, especialmente hacia mujeres jóvenes reclutadas bajo promesas de fama, dinero o independencia.
“Detrás del espectáculo y la fachada de ‘empoderamiento’ había un esquema sistemático de explotación”, señaló una fuente cercana al caso. “No estamos hablando de cine para adultos, sino de una red de trata disfrazada”.
La detención de Marín ocurre en un contexto de creciente presión social y feminista contra la normalización de la violencia sexual en la industria del entretenimiento para adultos. Diversas organizaciones han señalado durante años la ausencia de regulación efectiva, la connivencia de plataformas digitales y la impunidad con la que operan figuras públicas bajo el disfraz de ‘productores’.
En redes sociales, la noticia ha desatado un debate polarizado. Mientras algunos defienden el derecho a la libertad de expresión sexual, otros insisten en que no puede existir consentimiento donde hay abuso de poder, desigualdad económica y manipulación psicológica.
Marín fue trasladado a la Ciudad de México, donde enfrentará audiencia inicial ante un juez federal por los delitos de trata de personas, explotación sexual agravada y asociación delictuosa. De encontrarse culpable, podría enfrentar penas de hasta 40 años de prisión.
La detención de Alex Marín marca un precedente y lanza un mensaje claro: el disfraz de “entretenimiento” no exime de responsabilidades penales ni oculta la violencia estructural contra las mujeres. El caso apenas comienza, pero ya pone en entredicho a toda una industria construida sobre cuerpos, silencios y simulación.
