Jonathan Olvera | La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 27 de octubre de 2025.- Lo que comenzó como una exigencia de diálogo con el Ayuntamiento de Tlaxcala terminó por destapar una presunta red de corrupción, abusos y acoso dentro de la propia administración municipal.
Un grupo de artesanas y artesanos de la capital alzó la voz este lunes para denunciar públicamente a Alejandra Mendoza Cruz, quien se desempeña como Coordinadora de Artesanos y Presidenta de una asociación local del mismo gremio, a quien acusan de extorsionar, amenazar y utilizar su cargo para fines personales y políticos.
Según el testimonio de los inconformes, Mendoza Cruz cobra cuotas ilegales de hasta 200 pesos a los llamados “postureros” —artesanos que sólo venden fines de semana—, sin entregar comprobantes ni transparentar el destino de los recursos. También se le acusa de presionar a los trabajadores del arte popular para participar como “acarreados” en eventos oficiales del Gobierno del Estado, encabezado por Lorena Cuéllar Cisneros.
Las víctimas, visiblemente afectadas, relataron humillaciones, amenazas y represalias contra quienes se niegan a seguir sus órdenes o se atreven a denunciar los atropellos. Incluso señalaron intentos de apropiación indebida de propiedades, como parte de un esquema de favores y castigos dentro del gremio.
Pese a la gravedad de las acusaciones, el Presidente Municipal Alfonso Sánchez García, también de Morena, no ha concretado la reunión que él mismo prometió para atender la problemática.
Mientras tanto, los artesanos se dicen desesperados, intimidados y sin respaldo institucional, por lo que pidieron la intervención directa del alcalde y del Gobierno del Estado para romper el círculo de impunidad y corrupción que, aseguran, ha manchado el trabajo artesanal y la dignidad del sector.
“Sólo queremos trabajar en paz y que se nos respete. No más abusos ni amenazas”, expresaron en conferencia de prensa, haciendo un llamado urgente a la transparencia y la justicia.
El silencio del Ayuntamiento —subrayaron los afectados— agrava la crisis de confianza y deja en entredicho el discurso oficial de apoyo a los artesanos.
