Redacción | La Noticia de Tlaxcala
Morelia, Mich., 17 de noviembre de 2025.- La violencia volvió a encenderse con brutalidad en Michoacán. La tarde de este 17 de noviembre dejó un saldo de al menos seis carreteras afectadas por incendios de vehículos y bloqueos provocados por civiles armados, en un episodio que expone nuevamente la fragilidad de la seguridad estatal y federal.
El primer ataque se registró en la carretera federal La Piedad–Guadalajara, frente a la empresa Bafar, donde un tráiler fue robado y posteriormente incendiado. Minutos después, la violencia se multiplicó: se confirmó la quema de más camiones en la salida a Penjamillo, así como otro incendio en la salida a Numarán, a la altura de la comunidad de Cerritos Blancos, generando tránsito lento y pánico entre automovilistas.
El caos no se limitó a esa zona. En Zamora, los delincuentes prendieron fuego a un vehículo sobre el Libramiento Oriente, mientras que en Chavinda y Ecuandureo se registraron incidentes similares.
A estos hechos se suman las quemas y bloqueos ocurridos en las comunidades de Sanabria y El Tigre, sobre la carretera Morelia–Quiroga, donde ya se habían reportado ataques el mismo día.
El patrón es claro: ataques simultáneos, carreteras paralizadas, vehículos ardiendo y grupos armados actuando con libertad, mientras miles de ciudadanos quedan atrapados en rutas convertidas en zonas de riesgo extremo.
La situación vuelve a poner bajo la lupa la capacidad de reacción del Estado y el nivel de control territorial que grupos criminales ejercen en regiones clave de Michoacán.
La jornada del 17 de noviembre se suma a una larga lista de episodios violentos que mantienen a la población en una constante sensación de vulnerabilidad y abandono.
En palabras de los propios habitantes, hoy “se soltó el diablo” en Michoacán.
