Jonathan Olvera/La Noticia de Tlaxcala/Foto/Archivo
Tetla, Tlax., 12 de julio de 2025.- La espiral de violencia no se detiene en Tlaxcala. Esta vez, el hallazgo de un cuerpo sin vida, aparentemente semi enterrado, detrás del rancho Cuaxamalucan en el municipio de Tetla, vuelve a encender las alarmas y, al mismo tiempo, expone la persistente indolencia institucional.
El reporte fue confirmado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), que notificó que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) localizaron el cadáver tras recibir una denuncia. Como ocurre ya con inquietante frecuencia, se solicitó la intervención del Instituto de Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado, que ahora tiene la responsabilidad de esclarecer el caso.
Sin embargo, más allá del protocolo de siempre —el acordonamiento, los peritajes y el traslado del cuerpo—, lo que persiste es una realidad inquietante: personas sin vida halladas en terrenos baldíos, sin nombre, sin justicia inmediata y sin respuestas para las familias ni para la sociedad.
Este nuevo hecho, que podría sumar a una larga lista de desapariciones o ejecuciones no resueltas en la entidad, se produce en un contexto en el que la violencia parece expandirse mientras el gobierno guarda un silencio cada vez más ensordecedor. Las autoridades locales, por ahora, no han emitido postura pública alguna sobre la identidad de la víctima, las circunstancias del crimen o si existen indicios de que el sitio funcione como posible punto de inhumación clandestina.
Mientras tanto, en Tetla, como en muchos otros puntos de Tlaxcala, el horror se sigue descubriendo a ras de tierra. Y la pregunta sigue sin respuesta: ¿cuántas fosas más faltan por destaparse?
