Guillermo Veloz/La Noticia de Tlaxcala
Apetatitlán, Tlax., 9 de julio de 2025. — Lo que por años fue su sustento hoy se convierte en un recuerdo en riesgo de extinción. Cerca de 30 comerciantes ambulantes que por décadas se instalaron detrás del Zoológico del Altiplano enfrentan lo que parece ser el fin de su permanencia: una barda de concreto, levantada sin diálogo ni alternativas claras, avanza cada día más para cerrarles el paso.
Desde hace tres semanas, trabajadores contratados por el Gobierno del Estado iniciaron la construcción de una muralla perimetral que, sin previo aviso formal —según relatan los afectados—, pondrá fin a su actividad comercial en la zona. A pesar de intentos de diálogo y búsqueda de acuerdos, los vendedores aseguran que sus peticiones fueron ignoradas.
“Nos dijeron que nos iban a reubicar, que habría mesas de trabajo, pero nunca nos volvieron a hablar. Solo llegaron con maquinaria y ya no hubo vuelta atrás”, cuenta Ana María, comerciante de antojitos que lleva 18 años vendiendo en el lugar.
Hoy, entre lonas descoloridas y mercancía en remate, los comerciantes intentan aprovechar lo poco que les queda de clientela, mientras observan resignados cómo el muro se convierte en símbolo del abandono oficial. “No somos delincuentes, solo queremos trabajar”, dicen con frustración.
La autoridad no ha emitido un posicionamiento claro ni informado si existe algún plan de reubicación con condiciones dignas. Mientras tanto, el discurso de orden y modernización del espacio contrasta con la realidad de decenas de familias que, ante el cemento que avanza, ven derrumbarse su única fuente de ingresos.
