Jonathan Olvera/La Noticia de Tlaxcala/Foto: Archivo
Tlaxcala, Tlax., 7 julio de 2025 — Aunque el gobierno estatal asegura que mantiene una estrategia “permanente” de seguridad, la reciente detección de células delictivas en Tlaxcala expone nuevamente los vacíos que han permitido el intento de operación de grupos criminales en el estado.
El secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, confirmó que se han identificado intentos de incursión delictiva, como el caso del laboratorio clandestino desmantelado en Tlaxco. Afirmó que este fue inhabilitado antes de iniciar operaciones, gracias a la coordinación entre la Marina, SEDENA, Guardia Nacional, Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala.
Sin embargo, el reconocimiento público de la existencia de estas células contrasta con el discurso oficial que, hasta hace poco, insistía en que Tlaxcala era un “estado libre de cárteles”. Hoy, ese discurso empieza a resquebrajarse frente a los hechos.
El funcionario también informó que se mantiene vigilancia intensificada y operativos preventivos en todo el territorio, además del uso de arcos detectores para recuperar vehículos robados, así como acciones conjuntas con entidades vecinas. No obstante, estos esfuerzos no han evitado el incremento de delitos como el narcomenudeo, la violencia juvenil y los asesinatos en zonas urbanas y rurales.
En un tema paralelo, Ramírez Hernández adelantó que el gobierno estatal trabaja con el Congreso local para regular los moteles, supuestamente con el objetivo de evitar que menores ingresen o que se utilicen para la comisión de delitos. Esta medida, aunque necesaria, ha generado dudas sobre su alcance real y si no se trata más bien de un distractor ante la falta de control en temas más complejos del crimen organizado.
Finalmente, el secretario llamó a la ciudadanía a “confiar en las instituciones” y participar en campañas como el canje de armas. Pero la pregunta persiste: ¿basta con operativos y llamados a la confianza cuando los criminales ya están tocando la puerta?
Con cada nueva célula detectada, la narrativa oficial pierde credibilidad, y Tlaxcala se enfrenta al reto de pasar de la contención mediática a la acción estructural.