Redacción/La Noticia de Tlaxcala
Ciudad de México, 24 de junio de 2025.– Lo que parecía ser una felicitación de cumpleaños terminó desatando una tormenta política y digital. La escritora y académica Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, generó controversia al publicar un mensaje dirigido a la presidenta Claudia Sheinbaum que incluía la frase: “no le sobra la inteligencia”.
El comentario, parte de una publicación en redes sociales firmada como un saludo de la familia López Gutiérrez, fue leído por muchos como una afrenta velada, un desliz irónico o, en el mejor de los casos, una torpeza lingüística inexplicable en alguien con su trayectoria académica.
Ante el revuelo y la diversidad de interpretaciones, decidimos consultar a la inteligencia artificial ChatGPT, que explicó que la frase “no le sobra inteligencia” se utiliza comúnmente con tono irónico, sarcástico o condescendiente, para indicar que una persona no es muy inteligente, pero sin decirlo de manera directa. En palabras de la IA:
“Es una forma diplomática o irónica de decir que alguien no es muy listo, sin decirlo frontalmente.”
La publicación sigue visible en las redes sociales de Gutiérrez Müller al cierre de esta edición, sin aclaración ni corrección alguna. Esto ha avivado las sospechas sobre si el comentario fue intencional, mal redactado o una desafortunada combinación de ambas cosas, justo en un momento político delicado para la transición de poder dentro del oficialismo.
La polémica se intensifica por el contexto: la autora del mensaje es no solo una figura pública de peso intelectual, sino también una de las voces más cercanas al expresidente López Obrador. Aunque Gutiérrez Müller no ocupó un cargo formal en el gobierno, su presencia como gestora cultural y figura pública fue constante y determinante durante el sexenio pasado.
Mientras tanto, en redes sociales las reacciones no han parado: desde burlas y memes, hasta análisis semánticos y debates sobre lealtades políticas, en lo que ya se perfila como uno de los primeros roces simbólicos entre el lopezobradorismo y la nueva administración.
En tiempos donde las palabras pesan tanto como las decisiones de Estado, el lenguaje —y sus deslices— pueden tener consecuencias políticas. La duda queda abierta: ¿fue un accidente, un lapsus o una crítica envuelta en retórica?
