Jonathan Olvera/La Noticia de Tlaxcala
Tlaxcala, Tlax., 24 de junio de 2025.– A pesar de los reiterados intentos del discurso oficial por minimizar la presencia del crimen organizado en Tlaxcala, la propia Fiscalía General del Estado (FGE) ha terminado por contradecir esa narrativa. En un comunicado reciente, la institución reveló la detención de nueve líderes criminales considerados objetivos prioritarios, todos vinculados a estructuras delictivas responsables de delitos de alto impacto como narcomenudeo, homicidios, extorsiones, secuestros y desapariciones forzadas.
Entre los detenidos destacan figuras con apodos que remiten a jerarquías criminales bien definidas: “La Reina del Sur”, “La Reina del Oriente”, “La Marrana”, “El Negro”, “El Kalusha”, “El Enano”, “El Cuco”, entre otros. Según la Fiscalía, las capturas, realizadas en los últimos dos meses, han debilitado de forma significativa a bandas generadoras de violencia y desestabilización social en la región.
Lo que resulta preocupante no es solo la magnitud del operativo, sino el contraste con la narrativa que durante años ha sostenido que Tlaxcala es un “estado seguro”, sin presencia de cárteles. Esta afirmación, repetida desde el gobierno estatal y sectores afines, choca ahora con los datos duros: si no hay cárteles, ¿de dónde provienen estas estructuras, sus jefes y su influencia violenta?
El comunicado también lanza un llamado a la ciudadanía para denunciar si reconoce a los implicados por otros hechos delictivos, lo que refuerza la sospecha de que estas personas operaban con impunidad, quizás incluso con redes extendidas en municipios y comunidades locales.
La contradicción entre el discurso y la realidad vuelve a poner en tela de juicio la política de seguridad en Tlaxcala: mientras las instituciones piden confianza, los ciudadanos exigen verdad, resultados y protección efectiva.
Porque la negación oficial no detiene a los criminales. La justicia sí.
