Del partido al cabaret: PRI Tlaxcala pierde rumbo bajo la dirigencia de Enrique Padilla

Screenshot

Redacción/La Noticia de Tlaxcala

Tlaxcala, Tlax., 20 de junio de 2025 – El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tlaxcala enfrenta una de sus semanas más turbulentas tras la difusión de un video que exhibe un espectáculo con una mujer trans semidesnuda dentro de las oficinas del Comité Directivo Estatal (CDE), encabezado por Enrique Padilla Sánchez.

Lo que debía ser un recinto de estrategia, reflexión política y construcción partidista, se convirtió en escenario de un evento que ha desatado críticas dentro y fuera del priismo local. Lejos de tratarse de un debate sobre la expresión de género o la diversidad –temas que merecen respeto y profundidad–, el centro de la controversia recae en la banalización del espacio institucional y la falta de criterio de la dirigencia.

El silencio de Padilla ante los cuestionamientos ha sido tan sonoro como el escándalo mismo. A tan solo unos días de que el exgobernador Mariano González Zarur marcara distancia pública del PRI estatal, argumentando que no se siente representado por sus actuales liderazgos, el nuevo incidente no hace sino profundizar la percepción de una estructura extraviada, que oscila entre el oportunismo político y la frivolidad.

En contraste con el discurso reciente del propio dirigente, quien presumía que el CDE albergaba “actividades de gran relevancia para la vida pública de Tlaxcala”, la viralización del video ha dejado en evidencia una desconexión entre la retórica y los hechos.

Tampoco ha habido pronunciamiento de la Secretaría de las Mujeres del PRI, pese a que la polémica involucra tanto el uso simbólico de los cuerpos como el desprestigio de una institución política que históricamente se ha jactado de ser garante del orden y los valores institucionales.

Más allá de un traspié mediático, el episodio refleja el desgaste de un liderazgo sin brújula. Enrique Padilla, quien ha transitado con ambigüedad entre el priismo y el morenismo, hoy parece carecer de una identidad política clara y de la capacidad de asumir con responsabilidad el costo de sus decisiones.

El PRI Tlaxcala, que aún se vende como opción política, da señales de estar más ocupado en escenografías de espectáculo que en el debate serio, la autocrítica o la construcción de un proyecto ideológico renovado. En la antesala de nuevos procesos electorales, la pregunta que resuena es si el partido sobrevivirá a sus propias contradicciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *