Jonathan Olvera/La Noticia de Tlaxcala
Chiautempan, Tlax., 17 de junio.
El reciente cambio de mando en la Dirección de Seguridad Pública de Chiautempan ha desatado una ola de críticas y señalamientos, luego de que se confirmara que Rubén Ruiz González ha sido nombrado nuevo director de la policía municipal, en sustitución de Jesús Herrera.
La presidenta municipal Blanca Angulo justificó el relevo como parte de una “nueva estrategia de vigilancia y proximidad”, sin embargo, la designación de Ruiz González ha generado fuertes cuestionamientos, ya que, de acuerdo con información confirmada por fuentes vinculadas al área de seguridad, no cuenta con la certificación vigente del Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza (C3).
El C3, que forma parte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), es el órgano facultado para evaluar la idoneidad de los funcionarios que integran cuerpos de seguridad y procuración de justicia. Entre sus principales atribuciones se encuentran la aplicación de exámenes psicológicos, toxicológicos, socioeconómicos, poligráficos, y la verificación de antecedentes penales y patrimoniales. Todo funcionario que aspire a ocupar un puesto de mando en materia de seguridad debe aprobar este proceso sin excepción.
Sin embargo, el nombramiento de Rubén Ruiz González —quien presuntamente no aprobó las evaluaciones correspondientes— se estaría realizando en abierta omisión del resolutivo del C3, lo que representa no solo una irregularidad administrativa, sino también una violación al marco legal que rige la operación de las instituciones de seguridad.
A ello se suma que el nuevo titular no cuenta con trayectoria en la Marina ni formación especializada en seguridad pública, lo que debilita aún más los argumentos a favor de su designación.
La decisión de la alcaldesa Blanca Angulo de imponer este relevo pone en entredicho el compromiso institucional con la profesionalización policial y abre la puerta a cuestionamientos sobre el fondo de esta estrategia de proximidad que se presume.
¿Qué intereses se ocultan tras este nombramiento? ¿Quién responderá por el debilitamiento de la cadena de mando si ocurren abusos o negligencias?
En un municipio que exige orden y transparencia, la legalidad no puede ser un accesorio. La ciudadanía merece seguridad… pero también verdad y responsabilidad.